domingo, 27 de septiembre de 2015

Junts per Espanya

A Artur Mas se le acaba el rollo. O eso parece. El presidente de la Generalitat repitió victoria en su delirante huida hacia adelante con la convicción de que podía ser un mesías adorado por las masas y recordado como el padre fundador del estado de Cataluña. Todo parece quedarse en un sueño por ahora. Victoria pírrica para Mas. Más bien derrota. Y triunfo para 47 millones de españoles, que no tendrán que sentirse extranjeros en su tierra. La unión ayuda a conseguir más éxitos que las fronteras pero la propaganda independentista había sonado con fuerza en los últimos meses en los cuatro puntos cardinales del estado español. Por suerte, el pueblo habló en las urnas y expresó su opinión libremente. La mayoría de los votantes dijeron que no quieren barreras, que no quieren tener que gastar millones de euros en un Ministerio de Defensa inútil, que no quieren tener que buscar el DNI o el pasaporte cada vez que quieran pasear "por casa" ni tener que pagar aranceles por exportar sus productos al resto de comunidades autonómas en donde pueden ser adquiridos por aproximadamente 40 millones de clientes.

Al margen de opiniones y valoraciones personales, Junts pel sí plantearon las elecciones de Cataluña 2015 como un plebiscito. Un 51% de votos les habrían dado "libertad" para seguir buscando esa separación tan ansiada. Y no los consiguieron. Se quedaron en un 48% si se juntan los deseos de Jxsi y la CUP. Cataluña o Catalunya, tanto monta monta tanto, votó masivamente y dejó claro que quiere mejorar y sus ciudadanos -o la mayoría de ellos- tienen la intención luchar Junts per Espanya, un territorio con las mismas preocupaciones: que bajen las dolorosas tasas de paro, que la corrupción no sea el tema estrella de los informativos, que políticos (como Artur Mas) no sigan cerrando plantas de hospitales y que la educación de nuestros hijos/nietos sea de mejor calidad.

Dicho esto, analizo como veo el presente y el futuro de los partidos políticos que tienen intención de gobernar esta tierra que he visitado varias veces y en la que, además de tener buenos amigos, guardo recuerdos de experiencias inolvidables.

Junts pel (39,6%)

Esta vez hubo unió pero no con Convergencia. El panorama político catalán es apasionante, quizá tanto como las tres primeras temporadas de Perdidos. La gran coalición que unía al extinto CiU con Esquerra consiguió el 39,6% del apoyo (62 escaños). Zapatero comenzó dándoles cuerda a los partidarios de la independencia definiendo a Cataluña como una "realidad nacional" y poniendo el Estatut de Catalunya hasta en la sopa, un tema de conversación que en aquellos momentos interesaba poco o nada a la mayoría de españoles que estaban más pendientes de los avances en la lucha contra ETA o de la bestial subida de precios -especialmente de la vivienda- que nadie sabía hasta donde iba a llegar.

Del Estatut se pasó al España nos roba y de ahí al necesitamos la independencia para no continuar siendo oprimidos por el gobierno español. Mas, un tío bastante convincente porque maneja muy bien el arte de la oratoria, se convirtió en el líder de unos rebeldes con causa y llegó al punto de insinuar que estas elecciones eran un ensayo de su gran sueño: el referéndum del derecho a decidir. No obtuvo el respaldo necesario y ahora no se sabe si gobernará porque aunque haya declarado que "ha ganado el sí" y que "seguirá adelante" los números dicen otra cosa: el sí a la independencia no llega al 50% de los votos y el hecho de haber barrido en algunos municipios y en provincias -como Girona- no resulta suficiente como para seguir luchando por desunir a sus paisanos, que respondieron a su plebiscito de manera diferente a la que él y los suyos habrían deseado.

CUP (8,2%)

La otra gran coalición por el sí fue la otra vencedora a medias. La CUP fue el secto partido más votado pero en sus manos está la posibilidad de otorgar el gobierno de la comunidad a unos o a otros. La "Candidatura d'Unitat Popular" es un partido poco conocido en el resto de España, de extrema izquierda, partidario de la independencia y casi que del aislamiento pues tampoco son partidarios de estar dentro de la UE.

El proyecto de la CUP se define desde dentro del propio partido de la siguiente manera: "La CUP es una organización política asamblearia de alcance y ámbito nacional, que se extiende en todos los Países Catalanes y que, partiendo del ámbito municipal, trabaja por unos Países Catalanes independientes, socialistas, ecológicamente sostenibles, territorialmente equilibrados y no patriarcales". 

Algunas ideas me agradan, otras no tanto. Pero lo que no cabe duda es que en estas elecciones -al margen del discurso triunfalista de su líder Antonio Baños - han apostado por el caballo perdedor.

Ciudadanos (17,9%)
Con un 17,9% de los votos y 25 escaños conseguidos el partido de Albert Rivera ha sido el gran triunfador de las elecciones. Su cabeza de lista, Inés Arrimadas, ha demostrado ser una mujer de armas tomar y desde la formación naranja han dejado a un margen su ambigüedad a nivel nacional para posicionarse claramente en este plebiscito sobre la independencia de Cataluña: NO quieren una Cataluña desunida, quieren que siga siendo parte importante de España.

Arrimadas -que pide unas nuevas elecciones para votar programas y no propuestas independentistas- no ha conseguido más de 730.000 votos por su cara bonita, aunque hay quien piensa que sí. Esta andaluza nacida en 1981 en Jerez de la Frontera era "una chica masculina: sin maquillaje ni tacones" según cuenta Jordi Pérez Colomé.

La triunfadora de estas elecciones es una seguidora más del FC Barcelona y muy fan del entrenador del sextete: Pep Guardiola. En su juventud jugaba a la Liga Fantástica Marca, un juego en el que debía diseñar un 11 con futbolistas que jugaban en la liga española y mandarlo por carta a Madrid -entonces no se hacía por internet- para competir con miles de jugadores entendidos de fútbol que participaban en esta juego desde toda España. Sus referentes radiofónicos eran De la Morena y Jose María García y su ídolo futbolistico Guardiola, un jugador del que le encantaba su acento y gracias al cual empezó a amar el catalán pues según sus propias palabras -recogidas en el texto de Pérez Colomé en El Español- "me tragaba todas las ruedas de prensa de Guardiola y cuando decía algo en catalán es que me encantaba". En esos años Inés también era fan de Ronaldo, el mejor delantero del momento, y se aprendió el himno del Barça en catalá. 

Después estudió Derecho y Administración de Empresas, hizo un Erasmus en Niza y tras trabajar en Daleph -una empresa que hace servicios de consultoría para administración de empresas- comenzó a abrise paso en Ciudadanos, un partido que le empezó a llamar la atención después de trasladarse a Barcelona en 2008. Su ascensión la ha llevado hasta el punto más alto del partido, que ha conseguido el mejor resultado electoral en Cataluña de todos los partidos nacionales que se presentaban a los comicios, consiguiendo unos números mucho mejores que los del "Madrid y el Barça" de la política española.

PSC (12,72%)
Ha pasado de 20 a 16 escaños pero la opinión general es que más grande podría haber sido la caída. Iceta, más conocido por sus marchosos bailes que por sus declaraciones sobre el futuro de la comunidad autónoma, ha cumplido con la ayuda de Pedro Sánchez, que si bien estuvo demasiado pasivo a la hora de actuar para eliminar el Toro de la Vega sí que ha estado especialmente participativo dando las elecciones a su colega de partido. Al líder del PSOE nacional ahora sí que le interesaba estar en todas las fotos. Winter is coming.

PP y Podemos, dos sonados batacazos (347.000 y 363.000)

El PP ha utilizado la llamada "teoría del miedo" y, si bien no ha obtenido un buen resultado, sí que es cierto que García-Albiol le ha ganado la partida a las encuestas y conseguir 347.000 votos (11 escaños) en una comunidad autónoma que no se le suele dar nada bien es un éxito relativo para el partido del Gobierno, que tantos errores y tantas promesas ha incumplido desde su llegada a Moncloa a finales de 2011.

Por su parte CatalunyaSíqueesPot, la marca blanca de Podemos, consiguió unos pocos votos más (363.900) y el mismo número de escaños (11). Desde la formación podemita no han dicho que estén a favor ni en contra de la independencia, se han posicionado a favor del "derecho a decidir" y con eso consideraron que el pueblo tenía suficiente información para confiar en ellos en unas elecciones en las que -a grandes rasgos- se debía votar que sí o que no. Se equivocaron, aunque públicamente Pablo Iglesias e Íñigo Errejón digan que no y que su forma de actuar se adecua a sus principios. Colau habló claro y ganó Barcelona. Esta vez con defender los colores no ha sido bastante. Seguramente Iglesias y los suyos tendrán mucho que decir para que en las generales no se produzca un batacazo similar.