jueves, 9 de abril de 2015

Ahora sí que nos duele

Cuando vemos a inmigrantes africanos intentar saltar la valla de Melilla creemos que sus vidas marcadas por el hambre, por la guerra y por la desesperación a nosotros no nos afectan. Se tiende a creer que esas imágenes de inmigrantes que no pueden desplazarse de un sitio a otro son "el pan nuestro de cada día", una forma como otra cualquiera de rellenar periódicos y telediarios. Si este es tu caso, sufres una enfermedad grave y tremendamente contagiosa: la indiferencia. Y esta semana se ha demostrado que lo mismo que un ciudadano camerunés puede necesitar ayuda en España y nosotros no se la brindamos, se puede dar el caso de que uno (o tres) ciudadanos españoles necesiten ayuda en Marruecos y ellos no se la brinden.

Efectivamente hablo del caso de los 3 montañeros que necesitaron ser rescatados en Marruecos y desgraciadamente solo uno logró escapar con vida de una aventura que terminó en tragedia. Al parecer, y según las informaciones publicadas en estos últimos días, los gendarmes marroquíes se negaron a ser ayudados por los cuerpos de seguridad españoles y su rescate de estos 3 montañeros fue poco menos que una chapuza.

Han muerto 2 españoles. Porque el gobierno marroquí no ha permitido que haya españoles atravesando la frontera para buscar un futuro mejor. Ahora cambien la palabra españoles por marroquíes y las palabras "gobierno marroquí" por "gobierno español". ¿Qué nos queda? "El pan nuestro de cada día".

A lo mejor así leído puede parecer una comparación cogida con alfileres pero...¿sabéis cual es la relación del gobierno con la policía de Marruecos? Ajam. A eso voy: el gobierno español (sí, el que ha aprobado la Ley Mordaza por el bien de todos los españoles) PAGA a la policía de Marruecos para que controle el flujo de inmigrantes que llega hasta nuestras costas. ¿Recordáis el Monte Gurugú? Fue quemado. ¿Recordáis las caras de los niños somalíes huyendo de la guerra? Pues están muertos. Tenemos varios gobiernos en el Mar Mediterráneo que no buscan proteger más intereses que los suyos propios. Igual que las mafias tapiceras en Pakistán, igual que los cárteles de la droga en Colombia.

Si el mundo funcionara basándose  en los principios de igualdad y solidaridad hoy tendríamos más españoles vivos y felices. Y más marroquíes. Y más somalíes. Y más sudaneses. Y más nigerianos. Y más... (poner aquí la nacionalidad que se quiera). Mientras existan fronteras, sobornos y devoluciones en caliente seguirá existiendo el racismo. Hoy leo en Ideal que en Gran Bretaña "agreden brutalmente a una pareja española por ser extranjeros". ¿A alguien le sorprende? Hemos olvidado los que aprendimos en clase de ética, de historia y/o de educación para la ciudadanía. Pedimos a los gobernantes que arreglen "nuestros problemas primero" sin darnos cuenta de eso es racismo puesto que vivimos en un mundo globalizado. Nuestra ropa procede de China, nuestros coches de Alemania, nuestros moviles existen gracias al coltán extraído en el Congo y hasta los langostinos del mercadona son de Venezuela.

"Lo nuestro" es el mundo. Lo dice un patriota. Porque yo amo Granada y amo España. Eso sí, no entiendo la razón de despreciar a alguien por el simple motivo de que en su pasaporte ponga Burkina Faso, Bolivia o Irán. Eso es racismo y tarde o temprano nos acabará afectando a nosotros. Cuidado con la indiferencia.